Á. en el país de las maravillas + segundo capítulo

Llevo ya dos jueves en los que me quedo dormida sentada, apoyada en una mesa y con el ruido del computador en mi cerebro... las consecuencias de tener prueba de análisis...
lo bueno, es que me siento bastante capacitada para tener una conversación extensa sobre Schoenberg, Webern, el dodecafonismo a contraposición con Hindemith, Thomas Mann, y las paradojas y encuentros entre el expresionismo y el formalismo. Lo malo, no creo que haya algo peor que dormir con zapatos.
Creo haber dicho alguna vez en este blog que mi trauma infantil, además de la profesora de religión, era que se me congelen los dedos, se afecten de necrosis y caigan muertos. Bueno, dormir con zapatos otorga una sensación bastante parecida... una pesadilla....por lo menos así me lo imagino.
ya que hablamos de cosas horribles.. acá va a el segundo capítulo del dedo profético, tu noveblog favorito.

2.
1974, María tiene aproximadamente 30 años, y faltan 10 para que nuestros caminos se encuentren... por lo menos eso creía yo.
Suena algo así como la mala copia de los doors en español, que ellagusta mucho, por su radio favortita cuando suena el teléfono.
Ella está afuera, barriendo mientras "menea el culo de manera bastante agraciada" ( o por lo menos eso dice el vecino que no deja de mirarle el vestido). "ya va.."
Corre, aún al son de la música, cuando siente, con solo tres pasos dados, que algo invisible se o-pone en su camino. Con decisión lo ignora y rompe con aquel obstáculo, mas no es una buena decisión, y peor es la de arrepentirse y retroceder dos pies. Se raja la cara, el pecho y aquel vestido floreado blanco. Lo peor, se raja aquel tendon.
Ese tendón que da lamovilidad a su gran belleza, su dedo índice, mi dedo índice.
Tiene vidrios por todas partes, mas ella llora por su dedo, mi dedo. Bañada en sangre fluorescente, ya cerca del teléfono llama a una ambulancia mientras la ahora no tan gustosa canción por fin termina.
Se desmaya.
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Volviendo al tema de mi sueño y las consecuencias que tiene una mala noche, lo bueno, me desperté de la merecida siesta, abrí la persiana, luego las ventanas y que veo.. un conejo. Un graaan conejo, tal vez el más grande que haya visto jamás. robusto, blanco con negro y comiendo pasto en la acera frente a mi casa. Corrí, bajé, aún con cara de sueño, polera roñosa y calcetines chilotes... lo vi, y cuando estaba a punto de tocarlo... saltó, rápido (nunca tanto.. era muy gordo).. y se desapareció en los arbustos. Eso me pasa por ambiciosa. obvio que no estaba en mi lugar si quiera interntar tocarlo. Pero bueno había que intentarlo... hubiese sido maravilloso...
Juro no fue una ilusiñon por falta de sueño, ni consumo de drogas... aaaaa y tampoco me llamo alicia. (aunque es un lindo nombre)