jueves, noviembre 10, 2005

notas sobre la música

ya... este es una post informativo: (por lo menos eso pretende en sus comienzos)
el 26 de noviembre, centro de extensión, salón fresno, XV FESTIVAL DE MÙSICA CONTEMPORÁNEA, voy a estrenar una obra para violín, piano y marimba.
El montaje está a cargo del taller de música contemporánea de Pablo Aranda.
Se llama "Pernaux", y fue escrita este año en taller.

"Breves" notas sobre la obra:

Pernaux fue concebida bajo el concepto de lo permutable y móvil. Nada se establece ni cumple una función constante o específica. Para piano marimba y violín, está escrita por micro módulos los cuales a modo de Crónicas Marcianas, de Bradbury, pueden ser interpretados en distinto órden reforzando asi la idea de inestabilidad de la obra como objeto de arte.

Sé que es algo abstracto e insípido el comentario, pero no me gusa mucho predisponer al auditor antes de la obra.. solo es un gancho (lo sé... poco efectivo) para que la vayan a escuchar.
Es entrada liberada, y significaría mucho para mi su presencia.

Lo que si puedo decir, y rescato palabras de mi maestro Aranda, es que trato de hacer la música que más me gusta, la que me acomoda e inquieta (simultáneamente)... es como la comodidad de la incomodidad.
Para quienes piensan que la música contemporánea suena "como si se equivocaran todo el tiempo"... puede ser... a mi parecer, no pretendo complacer al público.. por lo menos no como finalidad.
Quiero hacer algo bien, que conmueva, mejor dicho, mueva algo.
Ya sea emocional como intelectualmente.
El estigma de "lo que se quiere producir al auditor, las grandes emociones y el furor poético al escribir música"...siempre está presente en, creo, el círculo del "creador" (en mi cas me siento más cómoda con el concepto artesano)
bueno... considero personalmente que mis grandes obras favoritas son con las cuales me siento más identificada. Aquella obra que siento tiene algo de mi (ángela beatriz ávalos soto), y coincidentemente, en la que la estructura, forma, trato de los materiales y pensamiento externo a lo musical, es una obra independiente y autorreferente.
Las emociones no existen como generalidad, uno las inventa y crea, por lo que es ridículo y sobre explotado por épocas como el barroco y estilos como la ópera (sin desmerecer a nadie, solo digo que ya no es interesante un proceso y resultado tan estudiado) tratar, como objetivo, producir un sentimiento específico.

Es cierto.. ha pasado, y a veces con un resultado efectivo, pero, ya que saqué al tapete el barroco..
Existía una teoría en la música llamada, teoría de los afectos, donde cada elemento musical, ya sean intervalos, ritmos y tonalidades tendían y representaban ciertas emociones o afectos. (por ejemplo, los semitonos bajando significaban pena, sufrimiento, tristeza, y se ocupaban como tal). Con la ópera, esto se llevó a su apogeo. Los cliches y virtuosismo dieron a luz a lo que hoy llamamos la teleserie (en sucontenido dramático y trato de lo visual con respecto a lo auditivo)... llena de muletillas y fórmulas hiperestudiadas social y culturalmente.

.. no sé si hago un punto...
pero bueno, lo que quiero decir es que con lo que yo hago, no pretendo cambiar el mundo ni producir grandes teorías. Sino que dentro de la simpleza de mi idea, hacer algo bien construído lo cual en algún nivel despierte alguna inquietud. Porque auqnue no se escuche a primera vista (ni tal vez a segunda tercera o cuarta) cada una de esas obras de las cuales me siento pate, ya sean de Brahms, Beethoven, Berio, Ligeti, hasta Nine inch Nails... está presente sonora y/o estructuralmente en mi música.