COLECTIVO EL NEGATIVO; CROP

Propuesta que habla sobre el espacio el tiempo, los límites, lo estático, lo dúctil, los objetos y sus estructuras.

Dentro de un gran salón, se nos dio un espacio, cuadrado de 6 x 6 metros.
Ubicamos 5 luces alógenas de 500 Watts estáticas hacia el exterior, a 1.60 del suelo (altura de los ojos). Una frontal, encima de un televisor, dos por lado, y en el borde restante nada ya que se delimitaba con un muro.
Habían también otros dos focos, movibles dentro de este fragmento de espacio, los cuales se ubicaban en distintos puntos iluminando ciertos elementos y espacios en el tiempo. (Planteando un transcurso temporal, debido a la música, pero a la vez, de forma inmóvil, como una fotografía)

La performance, consiste en preparaciones de escenas, fotos encuadres y la presentación de tal cuadro estático. Mientras se prepara tal escena, las luces internas se cortan y se prenden, a modo de bloqueo y distancia, los focos hacia el público. Todo lo que existe dentro del espacio es maleable,, objetos con carácter, pero objetos al fin, manipulables.
Al estar listos os elementos, se prende la música se apagan las luces exteriores y se encienden las interiores.
Esto ocurre 4 veces, presentando 4 tipos de cuadros, los cuales n o pretenden narrar una historia o una jerarquía de objetos. Son y están ahí, no negando su connotación dramática, pero tampoco abusándola.
La variante es precisamente una distracción en la escena.
En la primera se presenta al desnudo.
En la segunda, la parte activa de la performance, Ángela, quien ha movido los elementos, ubicado las luces y amarrado a Francisco, agarra su cámara fotográfica análoga y saca fotos de la escena armada.
La tercera escena repite la dinámica de la anterior, y la última escena, plantea la presencia de un público no solo sacando fotos a la escena misma, sino también a los receptores de ésta.

Se corta la música se apagan las luces internas, se encienden las externas. Se dejan los objetos, ya contenedores de experiencia y nuevo carácter, como eco y estela de la acción.
Nos retiramos de la escena.

Los límites dan la libertad, los objetos, democráticos, no dicen nada hasta que se les mande a hablar.
Lo espacios no son lineales, ni el tiempo, ni las lecturas.
A través de la repetición, la consciencia de un espectador, las luces delimitadoras, silenciadoras, manipulables e inmóviles, se crea un espacio híbrido que no quiere decir nada específico, pero a la vez plantea una lectura formal del contenido la cual se arma a través de los fragmentos objetuales, humanos, residuales y de supuestos.
El tiempo no necesita verse como un acontecimiento narrativo de forma unidireccional.
La libertad de lecturas se da precisamente por la delimitación de los elementos, de lo que quisimos que dijeran y del mismo receptor.
Es finalmente la forma y estructura el real límite nuestro trabajo.