Teoría sobre mi afición a las siestas con death metal de fondo:
Da la sensación que esta música estuviese repleta de sonido, de comienzo a fin.
De una escala del uno al diez, en densidad sonora, le doy un nueve. (tan solo porque el diez lo tengo guardado para cierta música experimental, que puede llegar a bordear y desafiar al umbral del dolor.)
Por lo tanto, siendo tan condensada, ocurre un fenómeno de abolición y negación del sonido.
Materialización y negativo del silencio.
Simples matemáticas:
- x - = +
Así que , consejo, cuando tengan mucho sueñ.... nada de contar ovejas,o caer en los relajantes musculares... ya saben, vayan al portal lyon y compren un disco de death, así no sólo se aseguran un buen descanzo, sino ayudan al industria musical del metal.